Empezamos un nuevo año con nuestros mejores deseos, y para empezar con alegría y felicidad, os traemos la planta del mes de Enero, cuya información nos la facilitan nuestros amigos de la Oficina Holandesa de Flores. En esta ocasión le toca el turno a la Schefflera.
La Schefflera es una planta de interior con un toque tropical, proveniente de la familia de las trepadoras, y con una enredadera como estructura, por lo que le resulta todavía más sencillo trepar. Pese a ser originaria de los trópicos, esto no le impide que también crezca en zonas que pueden ser menos cálidas, pero es preferible que en casa esté ubicada en zonas con altas temperaturas y con luz natural, ya que no tiene problema alguno con la luz solar que recibe directamente.
Es cierto que hay que regarla de forma continuada, pero sin que la tierra se encuentre húmeda más de un par de días. Así, la flexibilidad y adaptabilidad de esta planta hacen que no haya problema en caso de algún descuido puntual en el riego.
Creando formas como un Bonsai
La Schefflera posee una gran flexibilidad y le permite ser moldeada, pudiendo obtenerse la silueta que se desee. Se pueden eliminar las hojas y ramas que se quiera sin que ello repercuta de forma negativa en la planta. Así, se desarrollarán nuevos brotes en la parte superior, lo que, si se hace repetidamente, se pueden crear nuevas formas como si se tratara de un bonsai.
Bajo la ducha
La Schefflera guarda un placentero secreto, y es que se siente fantásticamente cuando se le quita el polvo que reúnen sus hojas a menudo, bajo el chorro de la ducha. Es muy recomendable que de vez en cuando se realice esto, para que las hojas brillen de forma especial y puede que florezca alguna flor.
¿Os ha gustado la información sobre esta planta?
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